Necesitamos una educación sexual que le de importancia a nuestro propio placer y no se enfoque única y exclusivamente en evitar que nos quedemos embarazadas con 15 años. Seguimos necesitando que se reconozca a las mujeres trans como mujeres. Exigimos que se escuche nuestra voz, porque se nos ha estado silenciando durante toda la historia. Seguimos siendo sexualizadas y convertidas en objetos de consumo.
