Las personas no binarias reclaman una visibilidad que no tienen y un futuro en el que no se les incluye

Fotografía de Iraia Bengoetxea
Fotografías de Iraia Bengoetxea

El colectivo de personas de género no binario denuncia la falta de reconocimiento social, legal e institucional, y alertan de una huelga indefinida de hambre si la Ley Trans no se lleva al Congreso antes del 18 de marzo.

El pasado 27 de febrero, decenas de personas se plantaron frente al Ministerio de Igualdad para reclamar la aprobación de la Ley Trans. Esta ley, que se vio bloqueada por el rechazo de Carmen Calvo y otros colectivos transexcluyentes que les generaba el tema de la autodeterminación, debe garantizar los derechos de tantas personas que sufren la transfobia estructural a diario. Durante la concentración convocada por Orgullo Crítico Madrid pudieron escucharse consignas de todo tipo, que exigían la libre autodeterminación de género o identidad, la despatologización trans y, ante todo, una ley interseccional, que incluya a migrantes y personas no binarias.

No-Binarismo en las asociaciones

Diversas asociaciones LGTBI se presentaron a la manifestación, tales como Euforia, de familias trans-aliadas, o la Asociación No Binaries, quienes reclaman la visibilidad y el reconocimiento que no se les da en los espacios públicos. Para definir qué es el género no binario, deben comprenderse primero una serie de conceptos. Por una parte, el binarismo categoriza a las personas en uno de dos géneros impuestos socialmente: o eres hombre o eres mujer, junto con todos los roles canónicamente aceptados que se han generalizado históricamente.

A grandes rasgos, cuando una persona nace, se le adjudica uno de los géneros binarios en función de sus genitales, y ahí pueden ocurrir dos cosas diferentes. La primera, que cuando esa persona crezca se sienta identificada con el género que le ha sido asignado, por lo que se estaría hablando de una persona cisgénero (o cis). Por el otro lado, puede que no se sienta identificada con el género asignado, lo que se denomina una persona trans. Y luego, dentro de las personas trans, puede ocurrir que se identifique con el género binario opuesto, o que no lo haga con ninguno de los dos, sino que se posicione en algún punto de todo el espectro que hay entre ambos. En este caso, se habla de personas trans no binarias.

Un colectivo invisibilizado, víctima de ataques y burlas

Darko Decimavilla preside la Asociación No Binaries y se identifica con el pronombre neutro, elle. La asociación, que nació como una cuenta de Instagram, tiene como objetivo darle visibilidad a les no binaries, mostrar sus realidades y educar para garantizar unos derechos que a día de hoy no tienen a su alcance. Darko, que asistió a la concentración por la Ley Trans, aclara que las identidades no binarias se componen por diferentes categorías y etiquetas. “El espectro de la no binariedad engloba a personas agénero, de género fluido, etcétera”. Cada une se identifica con un pronombre u otro. Hay quienes se identifican, indiferentemente, con los dos géneros binarios, o con uno binario y el neutro, o solo con el neutro. “Suelen haber mucho misgendering [utilizar el género erróneo al dirigirte a la otra parte], hay más reparo y dificultad porque aún hay mucho desconocimiento”, asevera, recalcando la importancia de respetar los pronombres con los que alguien se define.

Darko Decimavilla, por Iraia Bengoetxea

“Cuando conozco a gente nueva y me preguntan por los pronombres que uso, me siento la persona más feliz del mundo, aunque sé que debería ser lo normal”, narra Kai, una persona no binaria de 23 años, que se identifica con el género neutro y también pertenece a la misma asociación. Explica que a veces utiliza el femenino, de cara a personas que no conoce “porque es como me suelen leer. Si no hubiera tantos prejuicios, siempre usaría el neutro”. En el caso de Kai, se dio cuenta de que no se sentía del todo cómode cuando se referían a elle como una chica, pero sabía que tampoco era un chico. A partir de ahí, comenzó a hablarlo con sus amigues, quienes “estuvieron preguntando, buscando información y tratándome lo mejor posible para hacerme sentir válide y acogide”.

No solamente misgendering

Además del misgendering que sigue habiendo, esto viene acompañado de otros ataques y burlas, que van dirigidas hacia les no binaries tanto por no posicionarse en uno de los dos lados del espectro como por utilizar el género neutro al hablar. Le presidencia de la asociación achaca esto al rechazo generalizado a los cambios, a salir de la zona de confort. “Tenemos tan interiorizado el lenguaje patriarcal que nos cuesta salir de ello. Al igual que comenzó a haber burlas cuando se empezó a decir ‘doctora’ o ‘abogada’, las hay ahora también con nosotres”, ejemplifica. “Yo no veo a nadie quejarse por neologismos como ‘tuitear’, pero en cambio al hablar en lenguaje inclusivo todo el mundo se alarma”.

Lo cierto es que el uso de fórmulas neutras del lenguaje resulta muy importante para quienes se identifican con ellas, siendo un pequeño gesto que tiene gran repercusión en la salud mental. “Cuando alguien se refiere a mí con el pronombre neutro, se me ilumina la mirada”, expone Kai. “Me siento completamente yo”. Por la otra parte, explica el daño que le genera que se hagan chistes de ello, porque ya supone bastante carga mental “asumir que, vaya donde vaya, lo más probable es que me sienta obligade a justificar continuamente quién soy” y con el miedo infundado a recibir una respuesta negativa al respecto. Esto es algo por lo que las personas cis no tienen que pasar, lo cual supone un privilegio, por lo que deben escuchar y respetar las experiencias y reclamaciones de las personas trans.

“Cuando alguien se refiere a mí con el pronombre neutro, se me ilumina la mirada”, expone Kai.

La apelación con el género correcto se convierte para elles en una señal de visibilidad porque, según alerta Decimavilla, “si queremos una sociedad donde no haya discriminación, habrá que empezar a usar el neutro”. Teniendo en cuenta que todo aquello con nombre existe, de alguna forma, en el imaginario colectivo, les no binaries denuncian que, ahora que se están mostrando visibles, están recibiendo ataques y campañas de acoso. En el caso de le presidencia de la asociación, comenta que se han metido con elle en diversas ocasiones, o incluso increpado por exponerse, llegando incluso a difundirse fotos suyas. Por otra parte, “aunque suene muy triste, si nos agreden o nos violentan es porque somos visibles y empezamos a formar parte del imaginario colectivo”.

La tercera casilla y la Ley Trans

Esta urgencia de ser reconocides a nivel social, también se refleja en la necesidad de estarlo a nivel institucional, como así trabajan desde la asociación que preside Darko Decimavilla. “Estamos luchando por tener una tercera casilla en la que ponga ‘no binario’ a la hora de hacerse el DNI”, expone. “Es un primer paso para incluirnos en los espacios sociales”. Desde No Binaries entienden que, dado que lo personal es también político, tienen un equipo de trabajo para influir en la elaboración de la Ley Trans, que en su primer borrador no incluía ni el tema de la tercera casilla, ni se mencionan otras formas de integración de las personas no binarias.

“Estamos haciendo un equipo de con larga experiencia en activismo para hacer un poco de presión y ver nuestras líneas en común”, expone Decimavilla, hablando de la labor de la asociación. “Nuestro papel ha sido recoger los sentires de la gente no binaria, queremos ser una entidad que pueda representar a todes”. Por otra parte, tras el bloqueo del PSOE a la Ley Trans, protagonizado por Carmen Calvo y con argumentos ampliamente transfobos, “lo que pedimos a Unidas Podemos», dice «es que tramite la ley fuera de gobierno, estamos pidiendo su apoyo. Esta ley es necesaria, no podemos esperar más”.

“Nuestro papel ha sido recoger los sentires de la gente no binaria, queremos ser una entidad que pueda representar a todes”, Darko Decimavilla

La aprobación y puesta en marcha de la Ley Trans no solamente es necesaria, sino que es urgente en un contexto donde hay tantas vidas en juego, donde el colectivo trans sufre ataques y campañas de acoso constante por los sectores transexcluyentes, y donde todo esto genera un padecimiento psíquico que deja una serie de secuelas negativas en la salud mental. Estas son algunas de las cosas que alertaba la manifestación del pasado 27 de febrero, bajo consignas como “aquí está la resistencia trans” o “dónde están las trans en el mundo laboral”. Actualmente, hay una cuenta atrás para que la Ley Trans se lleve al Congreso. Si para el 18 de marzo no se ha comenzado a tramitar, les activistas entrarán en huelga indefinida de hambre.

Manifestación a favor de la ley trans. Por Iraia Bengoetxea.

Un futuro donde estén incluides

Otra de las cosas que reclama Darko es que “muchas veces se habla de nosotres sin que se nos escuche”. Una de las labores de los medios de comunicación debería ser darle cabida a todas las diferentes voces para acabar con la desinformación. “Se está convirtiendo en costumbre ver mesas de debate en las que no hay personas trans, y menos aún no binarias. Queremos visibilidad. Queremos expresar qué es lo que queremos y cómo lo queremos”. Este colectivo denuncia que cuando los medios hablan del no binarismo lo hacen con personas binarias. “Tenemos voz y queremos ser escuchades”, reclama Darko, quien aporta que también están para resolver todas las dudas que haya al respecto. “Pero si ni siquiera se nos invita, es muy difícil poder resolver dudas”.

La invisibilización de les no binaries es tal que, como explica le presidencia de la entidad, “lo que queremos de momento es pertenecer al sistema. Luego ya veremos cómo nos incluiremos en otros ámbitos”, señalando que la situación es tan mala que el listón está bastante bajo en estos momentos. Decimovilla explica que no se pueden hacer políticas públicas si no se conoce el sujeto político. “No se puede trabajar sobre algo que no existe”.

«Queremos visibilidad. Queremos expresar qué es lo que queremos y cómo lo queremos», Darko Decimavilla

Por otra parte, Kai lamenta que todavía queda muchísimo camino por recorrer. “La sociedad está tan educada en el binarismo que, de momento, espero que poco a poco se nos reconozca”. Para ello, el reconocimiento del género neutro resulta crucial, ya sea en las conversaciones del día a día o mediante la materialización de esa tercera casilla. En cuanto al respeto del pronombre neutro “espero que se empiece a normalizar y así nadie tenga que agradecer cada vez que le traten como es y como se merece”, reivindica le joven. “De todas formas, creo que seguiré sonriendo cuando se refieran a mí en neutro, porque por fin me siento bien con un pronombre”.