Elizabeth Duval habla sobre sí misma en tercera persona. Saquen sus propias conclusiones. Esta «pequeñoburguesa«, que no pija, lleva en los medios de comunicación tres cuartos de su vida. «La intelectual trans española de 19 años que alterna la Sorbona con First Date», según los propios periódicos generalistas, conoce el lenguaje y los engranajes de estos, y (se) aprovecha para proclamarse estandarte del señalamiento y promoción a través de Hermann Tertsch (clic), Juan Carlos Girauta o Cristina Seguí (clic).
Ha escrito mucho. Este 2020 ha publicado un poemario, Excepción (Ed. Letraversal), y una novela, Reina (Ed. Caballo de Troya, en manos de Luna Miguel y Antonio J. Rodríguez). El primero es un diario instagrameado de las batallas del pasado octubre catalán, el segundo una autoficción reflexionada sobre el fin de la autoficción. ¿Dónde comprarlos en tiempos coronavíricos? Duval contesta, Duval aconseja, Duval dice: «Muchas librerías no hacen envío para no poner en riesgo a los riders, lo cual me parece muy noble. Cada uno que tome sus decisiones morales. No hay problema en pillarlo en e-book, pero hay una crítica al e-book en el libro. Salvo en Amazon, opciones hay: que busquen en Todostuslibros.com«
«Me preguntan mucho sobre cuestiones trans o debates del feminismo en relación con eso cuando yo no he escrito nada sobre el tema, ¿no? Pregúntamelo el año que viene que saco un ensayo, ¡pero déjame en paz en éste! Es un tú genérico», aclara en este diálogo.
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Elizabeth Duval también está confinada en su casa. Por ello, ha empezado junto a su editora, una tertulia literaria en YouTube bajo el nombre de La Mascarilla. Y también por ello ha tenido tiempo para divagar a través de SMS conmigo. Porque como diría ella, divagar no es lo importante porque divagar es pasajero.