#YoTambiénVoyAlMédico: La intervención de Errejón y los datos que la avalan

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Twitter una vez más nos envía una notificación a nuestro móvil. ¿Qué será esta vez? Piensas mientras te echas las manos a la cabeza y abres la aplicación. Hoy, se ha hecho viral un mensaje de Carmelo Romero, diputado por Huelva en el Parlamento. Al grito de: “¡Vete al Médico!”. El diputado del Partido Popular se refería a Iñigo Errejón al final de su intervención.

La mañana del miércoles en el Congreso había dedicado unos minutos a la salud mental, que Más Madrid había puesto sobre la mesa haciendo mención al último barómetro del CIS. El estudio se centra en las graves consecuencias psicológicas que ha tenido la pandemia entre los españoles, y de acuerdo con algunos de los datos recogidos en la muestra, se refleja que seis de cada diez españoles tienen síntomas de depresión y ansiedad. Además, refleja que siete de cada diez jóvenes dicen sentirse “totalmente desesperanzados” o que el 35,1% de los españoles ha llorado durante el período de la pandemia del covid-19.

Otros datos reflejan los síntomas más comunes que se han padecido durante la pandemia. Entre ellos, el 51,9% dice haberse sentido cansado o con pocas energías, seguido de la falta de sueño (41,9%); dolores de cabeza (38,7%); dolor de espalda (37,9%); dolores en sus brazos, piernas o articulaciones (33,1%); palpitaciones o sentir el corazón acelerado (22,7%); estreñimiento, ir suelto al baño o diarrea (21,8%); dolor de estómago (20,5%); náuseas, gases o indigestión (19,9%); falta de respiración (17,3%); dolor torácico (15,3%); mareos (12,7%). Dolor o problemas durante sus relaciones sexuales (3%) y desmayos (2,5%).

Ayuda profesional

Es un hecho que el coronavirus nos ha llevado a plantearnos una visita al psicólogo. Si no nos hemos preocupado por nuestra situación personal, lo hemos hecho por la de los demás. Durante el período que duró el confinamiento domiciliario y con el paso de las innumerables olas que España ha padeciendo, los españoles hemos visto nuestros ánimos menguar y más aún nuestras expectativas de futuro. La vida laboral apenas inexistente, las largas horas de ordenador por el “teletrabajo” o el “tele-cole” y el escaso contacto social con otras personas nos han llevado a sufrir trastornos de depresión y ataques de pánico y ansiedad, entre otros muchos.

La responsabilidad como ciudadanos ha aumentado considerablemente. Ahora no solo se centra en acudir a las urnas, como ocurría antes de la pandemia, sino que tenemos que tener cuidado de no contagiar a nadie, de poner atención en la mascarilla, de lavarse las manos a menudo y mantener la higiene, etc. La lista se alarga y nuestras fuerzas se acortan. La situación actual no está para bromas, menos para abucheos que lo único que hacen es crear crispación y más ganas de esconderse bajo las sábanas y no salir. Muchos españoles han sentido miedo a contagiarse por la covid-19 (71%), a sentir miedo debido al coronavirus (39%) e incluso a contagiar a algún familiar o ser querido (88%).

Edades

La salud mental es uno de los temas de los que más se habla, sobre todo, entre los jóvenes. Nos hemos visto en la postura de aguantar comentarios de familiares, amigos y conocidos, tales como:

“Pues no sé de qué te quejas tú, en mis tiempos la cosa estaba más difícil. “Pero si lo tienes todo, no te hace falta de nada, no entiendo cómo tienes tanta ansiedad”.

“La ansiedad es la enfermedad de los jóvenes, ya no sabéis que os vais a inventar”.

No es fácil lidiar, como jóvenes, con unas expectativas tan bajas sobre el futuro laboral, económico y familiar. Aún es más difícil enfrentarse a una pandemia que dificulta el aprendizaje, las relaciones sociales, la conciliación familiar… En definitiva, no es fácil para nadie vivir este momento, por eso es importante y necesario tener responsabilidad afectiva, ser empáticos y no tratar de reducir los problemas de los demás al mínimo interés.

Muchos de nosotros hemos perdido algún familiar o lidiamos con pérdidas de personas de nuestro entorno, amigos y familiares que han perdido a los suyos durante la pandemia. Otros muchos, han perdido su casa y su trabajo. Las carencias o retrasos de los cobros han supuesto momentos de tensión y ansiedad dentro de la unidad familiar. Los niños han vivido las largas colas de comida junto a muchos de sus vecinos, el divorcio de sus padres, la depresión de sus familiares, la carencia de mecanismos e instrumentos para aprender y estar a la altura de lo que el sistema escolar exige, etc.

¿Ayudas? ¿Para quién?

Y a menos que no tengamos cincuenta euros para una sesión del psicólogo, nos vemos abocados a una infinita lista de espera de personas, que al igual que tú, esperan por recuperar su esperanza, sus sueños y deseos por al menos una hora a la semana o al mes. Muchos han sucumbido al médico privado, pero lo que han encontrado no es ni mucho menos el paraíso. Por la maravillosa oferta de un trastorno alimentario, te llevas veinte sesiones (en vez de 10) de 20 minutos, en las que la que tendrás que reducir tus problemas a la mitad y aumentar la velocidad del discurso para sacar en claro alguna de las pocas cosas que te ha podido decir el/la especialista en cuestión.

En efecto, lo que no sabe Carmelo Romero es que en algún momento volveremos a tener la fuerza y las energías suficientes (por haber conseguido dormir y descansar) para tumbar a partidos políticos, que como el Partido Popular solo hacen reducir nuestro nivel y calidad de vida. No queremos a Ayuso en Madrid, no queremos a Vox en ninguna institución de nuestro país y menos aún queremos que en España se descuide y la salud mental desterrándola a otro escenario más de lucha de clases, en el que siempre ganan los mismos, los ricos.

#YoTambiénVoyAlMédico