Comentamos la actualidad con el periodista que se reconoce nacido en «Zona Especial Norte», Jonathan Martínez, colaborador de Kamchatka, Naiz-GARA y asiduo en tertulias en TV3 (en el programa FAQs) o EITB.
¿En qué momento cree que España como estado se ha convertido en un meme?
No creo que sea un fenómeno exclusivo de España, pero es cierto que la política española se presta mucho a la mofa popular, a la viñeta cómica y al sketch humorístico. Hay una crisis de régimen y a la vez un despertar digital que ha convertido el humor en un arma política contra los poderes establecidos.
¿Cuál es –en la praxis y en el mundo real– la solución al problema territorial con Catalunya?
El conflicto entre España y Catalunya es una disputa por la soberanía de un territorio. Todo lo que no pase por reconocer el derecho de autodeterminación del pueblo catalán estará condenado al fracaso.
¿Aplicaría la respuesta al caso vasco y gallego?
Por supuesto. Ahora mismo ese es el debate que se plantea en la reforma del Estatuto vasco. Lo trascendental no es si el Estatuto reconoce más o menos competencias. Lo trascendental es que el pueblo vasco reconozca su propia capacidad para decidir qué clase de relación mantiene con el Estado.
Como periodista independiente, ¿se puede vivir como tal con tranquilidad? ¿Cómo observa el futuro de la profesión?
La mayoría de compañeros que trabajan en la prensa viven en la precariedad, en la temporalidad o en la incertidumbre laboral. Lo digital se impone sobre lo analógico y los sistemas tradicionales han entrado en quiebra. Hay además una uberización del periodismo. La precariedad entra dentro de los mecanismos de control de los grandes medios privados. Es una forma de asegurarse de que los comunicadores no ejerzan el pensamiento crítico sino que se limiten a replicar la línea editorial de la empresa.
¿Son Ana Rosa Quintana y Susana Griso periodistas?
Tenemos tendencia a delimitar lo que es periodismo o no sobre la base de la calidad o la profesionalidad. Y me parece una perspectiva errónea. Ana Rosa Quintana y Susanna Griso son periodistas y además son muy buenas comunicadoras. El problema es que no tienen escrúpulos y que dirigen matinales despreciables.
Esta semana se ha celebrado la Cumbre por el Clima en Madrid, ¿ha escuchado alguna vez a Almeida siendo tan hipócrita en sus declaraciones?
Dirá lo que tenga que decir en cada momento sin importar si es cierto, porque sabe que contradecirse o mentir no tiene ningún efecto negativo en sus apoyos electorales. Aquí tenemos uno de los grandes talones de Aquiles de la izquierda. Creemos que la política se resuelve en el plano de la verdad. Pero las adhesiones políticas no tienen mucho que ver con la verdad. Como norma general, a mucha gente no le importa que la engañen con tal de que sean los suyos quienes la engañan.
(Sobre la ley censura digital) «Un paso más en el afianzamiento de un entramado represivo diseñado por el poder para blindarse ante la crisis institucional que padece España»
La semana pasada se aprobó el decreto que permite cortar Internet, al más puro estilo de China o Turquía. ¿PSOE-UP gobierno progresista?
Es un paso más en el afianzamiento de un entramado represivo diseñado por el poder para blindarse ante la crisis institucional que padece España. Durante el ciclo de movilización social que vivimos entre 2011 y 2015 se fue fraguando la respuesta punitiva del régimen. Ahí nace la Ley Mordaza. Y lo que es más importante, con el pretexto de la lucha antiyihadista nos impusieron una reforma del Código Penal que ha avergonzado a los relatores de derecho humanos de la ONU. Ese Código Penal es el que permitió la persecución contra tuiteros, contra titiriteros o contra los jóvenes de Altsasu. La mordaza digital entra dentro de esa lógica. Cabía esperarlo del PSOE. Pero la abstención de UP me parece un equilibrismo inexplicable.
¿Estarás frente a Eduardo Inda en un plató?
Espero que no. Me gustaría debatir directamente con los dueños del corral, no con sus bufones ni con sus recaderos.
La última pregunta siempre la dejamos para que el entrevistado comente lo que quiera. Allá vamos.
Me gustaría recordar una norma elemental del periodismo. Cuando veas un programa de televisión, pregúntate quién lo paga. Al leer una noticia, pregúntate a quién beneficia. Si te venden una historia de héroes y villanos, pregúntate qué relación de dominación existe detrás. Las grandes empresas de información tienen un objetivo. Que ames al rico y odies al pobre. Quieren que alabes a Amancio Ortega y critiques al estibador. Necesitan compres sus productos. Y sobre todo que no pienses. Ni hables. Que no te organices. Que no pelees nunca jamás en su contra.