A día de hoy la causa saharaui está en el olvido, y los medios de comunicación ya no informan sobre la situación que se está viviendo. El Sáhara Occidental continúa en guerra, y el mundo no puede mirar para otro lado.
Amira Mohamed Sid Ahmed, Machi Abdalahi Masoud y Marina Cerezo Sosa
El Sáhara Occidental se ubica en la costa del noroeste de África, entre Marruecos, Argelia y Mauritania. El lugar está dividido, en estos momentos, en dos partes: Territorios Ocupados y Territorios Liberados. Ambas zonas están separadas por el gran muro de la vergüenza, que se expande por más de 2.700 kilómetros. Además, allí se encuentran los Campamentos de Refugiados Saharauis, en Tindouf, donde residen miles de saharauis en pleno desierto de la Hamada de Argelia, considerado uno de los lugares más inhóspitos del mundo.
Territorios Ocupados de Sahara Occidental, TT. OO., es el gran asunto pendiente de los Derechos Humanos. Se encuentran en el Sáhara Occidental, en la costa. En 1991, se puso fin a una guerra que duró 16 años. La paz se logró gracias al Pacto del alto al fuego, firmado entre el Frente Polisario y Marruecos, que se basó en los criterios de las Naciones Unidas. Acto seguido, se creó una misión de Naciones Unidas, Minurso, para iniciar un referéndum del Sahara Occidental. El objetivo era fijar los derechos de los saharauis residentes bajo la ocupación marroquí, además de continuar con el alto al fuego anteriormente pactado.
Sin respuesta
Treinta años después, la situación del pueblo saharaui sigue igual. Marruecos obstaculiza continuamente la misión Minurso, por lo que el referéndum no puede salir adelante. De hecho, al mismo tiempo Marruecos ocupa ilegalmente el 80% del territorio del Sáhara Occidental, espacio en el que sobreviven saharauis sometidos a continuas violaciones sistemáticas de sus derechos fundamentales. Además, a medida que avanza el tiempo, la situación se complica más, debido a la presión y las continuas torturas.
Los ciudadanos saharauis, cansados de esperar en silencio, el 10 de octubre año 2010, más de 20.000 saharauis levantaron un campamento con jaimas a las afueras de Laayoune, siendo el mayor campamento de protesta de la historia. Los manifestantes llegaron a ser un gran núcleo, pero en la protesta se vivía en condiciones muy duras, debido a la presión en el exterior de los militares marroquíes. Durante la manifestación escaseaban los productos de primera necesidad y alimento.
Apenas un mes más tarde, el 8 de noviembre de 2010, los civiles saharauis fueron atacados por el ejército marroquí con gases lacrimógenos o granadas, y, acto seguido, quemaron el campamento. La masacre humana, mayúscula. La violación de los derechos humanos, insultante. La ONU, y el mundo, en silencio. Tampoco se espera respuesta. Asimismo, los organizadores de dichos campamentos (presos políticos saharauis), fueron encarcelados de manera irregular y sin un juicio justo.
Situación crítica
La situación de los activistas en favor de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental ha ido agravándose a lo largo de los años, siendo preocupante e inquietante. A la par que se ha ido destruyendo la labor de los activistas, el régimen opresor marroquí ha ido invadiendo la entrada de los observadores internacionales al Sáhara Occidental.
Hace unos meses, en octubre de 2020, un grupo de civiles saharauis se organizó de manera pacífica para cerrar una zona del sur del Sahara Occidental, la cual Marruecos usaba para transportar mercancías al resto del continente africano. Sin embargo, la brecha era ilegal, pues no se podía usar, bajo ningún concepto, para el comercio sin previo consentimiento del Frente Polisario.
Apenas un mes después, Marruecos dedición intervenir militarmente, rompiendo, así, el alto al fuego firmado con el Frente Polisario en 1991. En consecuencia, el Sahara Occidental proclama la guerra a Marruecos, en autodefensa y para liberar el frente polisario. A día de hoy, la guerra continúa en el Sahara Occidental, aunque Marruecos niegue la situación. ¿El motivo? Tratar de demostrar al mundo su compromiso con el proceso de paz, que solo sirve para arrebatar sistemáticamente los derechos de los saharauis.
¿Derechos?
Por último, cabe destacar que esto agrava más aún la situación de los saharauis en las zonas ocupadas, bajo el régimen marroquí, negándole todos sus derechos fundamentales, incluso se les encierra en sus casas, sin poder salir a la calle, para evitar que se expresen y se organicen en contra de la ocupación marroquí. En definitiva, dada la situación de guerra, sus vidas exigen protección y seguimiento, para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos, pues Marruecos fortalece aún más sus ocupación militar e ilegal, oprimiendo a los ciudadanos saharauis que viven bajo su ocupación.
Finalmente, hay que recordar un dicho popular saharaui para animar al pueblo en su lucha: “El que no está en la batalla se puede considerar valiente”. Esta frase proviene de la poesía saharaui, destacando que cada uno tiene que luchar desde donde esté, como pueda y con los recursos a su alcance. Granito a granito por la paz y la justicia.