En 2011 se estrenaba Contagion de Steven Soderbergh. En este film se narraba la propagación y desarrollo de un nuevo tipo de virus originado en China que casualmente tenía origen en los murciélagos. Nueve años después en China el «2019-nCoV«, más conocido como coronavirus o coronavirus de Wuhan, crea una situación de alarma e histeria a nivel global.
Sin entrar en detalles científico-médicos, el coronavirus lleva ya más 41.000 infectados en 26 países y supera el millar de muertos (11/02/2020). Se calcula que la tasa de mortalidad se sitúa en un 2,3% (algunos estudios señalan una tasa más cercana al 10%) que si bien no es extremadamente alta (la tasa del Ébola es del 50%) si hay que tenerla en cuenta.
El principal problema del coronavirus (al igual que el virus 1 de Meningoencefalitis en Contagion) es que no existe ni tratamiento específico ni una vacuna y el hallarla adquiere tintes de carrera a contrarreloj.
Aunque a día de hoy en nuestro entorno nos tendría que preocupar más la gripe estacional que el año pasado dejó la cifra de 6.300 muertes, el coronavirus se ha vuelto la enfermedad de “moda” y la histeria colectiva (unida/impulsada por el desconocimiento) empieza a surgir. A diferencia de la gripe estacional que en el imaginario colectivo no está asociada a nadie en concreto, el coronavirus se asocia con personas de origen asiático, (mal y más) reducidas a China.
RACISMO Y XENOFOBIA
Esta personificación del virus está suscitando numerosos casos de racismo y xenofobia hacia las personas asiáticas, como pudo pasar en su día con el VIH y las personas LGTB, se quiso creer que era algo exclusivo del colectivo y se utilizó para justificar el rechazo al mismo.
Para intentar hacer frente a estos ataques el 27 de enero nació en Francia la campaña #JeNeSuisPasUnVirus, que en España ha surgido como #NoSoyUnVirus o #YoNoSoyUnVirus desde el cual se denuncian los ataques recibidos además de reivindicar algo que es tan básico como que por ser asiático no tienes que estar infectado.
EN BUSCA DEL CLIC
La película Contagion ya denunciaba el problema de los bulos y el sensacionalismo de los medios y redes sociales. Por ello es importante no dejarse llevar por los titulares tendenciosos que nos pintan una pandemia más cercana a Guerra Mundial Z (de Marc Forster) que a la realidad, ni por soluciones caseras para prevenir el contagio, como beber agua a 60 grados para no enfermar.
Un diputado de Brisbane decía lo siguiente a su electores: «Tener falsas informaciones difundidas por cretinos racistas crea un sentimiento de miedo e incertidumbre”. Y es que Hal Turner (locutor de radio estadounidense, además de supremacista blanco, negador del Holocausto, seguidor del fascismo y blogger) publicó recientemente un artículo asegurando que 112.000 habían muerto en china y que millones de personas estaban en cuarentena.
Recomendamos que (para esto y para situaciones similares) que antes de difundir una noticia o comentarla se intente verificar y que no utiliceis cualquier situación para dejar ver que en el fondo sois unos racistas de mierda.