Decía el periodista Torriente Brau en 1936 que, a sus 17 años, era delgada, fina, con un lacio pelo negro que le sacudía la frente como el ala de un pájaro imprudente. Marina Ginestà nunca había disparado un fusil en la guerra. Ella, periodista de profesión, fue el icono de la resistencia antifranquista debido a la historia de una fotografía en una azotea.
Tenemos criterio, pero no sabemos dónde