La huelga del 21 de octubre venía motivada por la situación de los últimos meses que ha sufrido la clase trabajadora en las condiciones laborales, en general, y del mundo universitario y de investigación, en particular. La huelga tiene como objetivo, entre otros, erradicar la injerencia que el capital tiene sobre el sistema universitario y de investigación; avanzar hacia una universidad totalmente gratuita; o eliminar la contratación fraudulenta y asegurar la estabilización de la plantillas universitarias.