El pasado 30 de abril el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Juan Guaidó llamaba al alzamiento cívico-militar contra el Gobierno de la República bolivariana de Venezuela.

El pasado 30 de abril el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Juan Guaidó llamaba al alzamiento cívico-militar contra el Gobierno de la República bolivariana de Venezuela.
No es casualidad que el 42% de los españoles sufran, según la Sociedad para el Estudio de Ansiedad y el Estrés, un estado de ansiedad en el trabajo. Tú jefe siempre te pedirá más cantidad de trabajo, con más rapidez y de mayor calidad. Y, el día que no des la talla, te pedirá rapidez para desalojar tu oficina. Ni ahí puedes descansar.
«Antes de acostarse sale al balcón en el que, por las noches, observa España. En su España imagina el Palacio Táuride reemplazando el Ayuntamiento de Madrid. Allí, Lenin. Suena la puerta. Ha pedido un Glovo. Hamburguesa de un euro y Fairy. Inda lo acaba de publicar y se está chivando a Marhuenda.»
Santiago Abascal está tirado en la cama de un conocido hotel de Madrid capital. En la mesilla de noche aún reposa un habano mal apagado contra el cenicero. La tele está encendida: alguien ha puesto LaSexta. Suena el despertador de su Huawei casi comunista.
SÁBADO, un día antes de las elecciones. Son las 8.30am y Pablo se despierta a causa de algo que le incomoda en la cama, es la tesis de Sánchez que se le clava en los glúteos. Ayer Albert se quedó dormido mientras buscaba imperfecciones e indicios de plagios.
24 horas antes del temido 28 de abril y nueves meses después de la “empalmante” moción de censura. Pedro Sánchez descansa en el salón principal de la Moncloa y añora su pisito en Pozuelo de Alarcón. En pantalón de pijama pero con la corbata roja al cuello. Hoy no se la quita
Jon Inarritu García (Leioa, Bizkaia, 1979) es un político vasco, concretamente, hasta hoy, senador de EH Bildu y número dos en las listas al Congreso por Gipuzkoa. Defensor de los presos políticos catalanes y crítico con el Estado español, el senador es contundente: cree en la democracia de manera radical.
Llegaba la Semana Santa y la campaña electoral transcurría placida para el presidente Pedro Sánchez. Con la derecha fraccionada y Podemos en caída libre las encuestas daban una clara ventaja al PSOE, que solo debía evitar los charcos para no meterse en un follón y de un día para otro el barro hasta la rodilla.
La libertad de expresión es bidireccional. De ida y de vuelta. De hola y adiós. Si incendias Móstoles un martes, el fuego llegará a Rentería el sábado. Si todos los que, ni besamos tus pies, ni nos postramos ante tu grandeza, somos etarras, no pretendas que tu grandeza se preserve al cruzar las calles que has incendiado.
La catedral de Notre-Dame arde, y, pese a que cuatro incultos e irrespetuosos aprovechaban el suceso para hacer chistes y mofas en la red social Twitter, al resto de personas que nos gusta el arte, lo disfrutamos, e incluso lo vivimos, sólo nos queda esperar, y como si de un familiar enfermo se tratase, confiar en la evolución de las siguientes horas
«Ya ves que paradoja: como no he podido rebelarme ni contra la iglesia ni contra el ejército ni contra el matrimonio, que, aparte la banca, son las instituciones más reaccionarias que existen, pues aquí me tienes: rebelde, infiel y libertino por naturaleza… y viviendo como un circunspecto burgués». Y así nos encontramos todos, como el protagonista de Belle Epoque (Fernando Trueba, 1992): esperando a que llegue la República, pero mientras tanto, rebeldes, infieles y libertinos.
En este país la política funciona de la siguiente manera: si eliges el camino correcto, el que conduce a la Universidad Rey Juan Carlos, tendrás una jubilación de oro en Iberdrola o aparecerás en algún papel escondido bajo una inicial y tu apellido completo.
Familias de bebés por gestación subrogada han quedado atrapadas en Ucrania ante la negativa del Gobierno de inscribir a estos. Pero, ¿de verdad conocemos lo que es un vientre de alquiler? Y lo que es más importante: ¿Ser madre es un deseo o un derecho?