Una crisis ecosocial con cura, pero sin vacuna

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Las casas rurales están más solicitadas que nunca. Según Milanuncios, la demanda de alojamiento en el entorno rural ha crecido alrededor de un 300% en los primeros días de junio respecto al año anterior. Se habla de playa y chiringuito, pero este año ya no es lo mismo. Después de unos 99 días de confinamiento desde que se decretara el Estado de alarma son muchos los que no quieren ir a una playa parcelada donde puede que además ni entren por haberse cubierto el cupo. Este período estival parece que lo que apetece es, más que nunca, la tranquilidad, los espacios abiertos, amplios y, a poder ser, un poco verdes, un poco vírgenes. Bastante hemos aguantado entre las cuatro paredes de nuestros pisitos urbanos como para ahora no querer respirar aire puro en un pueblo tranquilo.

Crisis sanitaria es crisis ecosocial

En estas vacaciones post-confinamiento en las que tratamos de huir de este traumático episodio social que desconocemos cuándo acabará, muchos buscan ese encuentro con la naturaleza, que tanta paz da, cuando paradójicamente la primera de las certezas es que como apunta Santiago Álvarez, integrante del Equipo del área ecosocial de FUHEM [1], detrás de esta pandemia está la acción humana sobre la naturaleza. “La alteración de los hábitats y la pérdida de biodiversidad en los ecosistemas derrumban barreras en la expansión de los patógenos, al mismo tiempo que nuestros estilos de vida tienden puentes muy efectivos para su propagación”, apunta. “Las implicaciones de los actuales modos de vida sobre la salud de las personas y el planeta son evidentes y exigen un replanteamiento colectivo”, añade Santiago Álvarez. No hay duda, la crisis sanitaria es crisis ecosocial.

Una sola salud

Virólogos y epidemiólogos llevaban tiempo advirtiendo de la posible aparición de un virus que podría causar una pandemia, así como llevaban tiempo advirtiendo de que estas infecciones serían seguramente zoonóticas [2], viruses transmitidos de animales salvajes o domésticos a humanos. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OiE) calcula que el 60% de las enfermedades humanas infecciosas son zoonóticas, al menos un 75% de los agentes patógenos de las enfermedades infecciosas emergentes del ser humano son de origen animal y el 80% de los agentes patógenos que pueden utilizarse con fines de bioterrorismo son también zoonóticos.

En el contexto en el que nos encontramos, reivindicar el concepto “una sola salud” probablemente sea más necesario y, sobre todo, oportuno que nunca. La salud humana, la animal y la ambiental están inextricablemente vinculadas.

Silencio informativo

Llega agosto y junto con él la aparente segunda ola de contagios masivos. En los medios generalistas en contadas ocasiones se entabla la relación crisis sanitaria y crisis ecosocial. El profesor universitario Rogelio Fernández Reyes declaraba en mayo en una de las charlas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Ambiental que puede haber vacuna para la covid-19, pero no para el cambio climático y la crisis ecológica de carácter sistémica y estructural. En el mes de abril en el 59% de los artículos que estudió de El País y El Mundo aparecían los términos “coronavirus” o “covid” y tan sólo en uno de cada cien aparecía “calentamiento global” o “crisis climática”. Asimismo, únicamente en un 1,3% de los artículos en los que aparecía “coronavirus” se hablaba de “cambio climático”.

Un silencio que sorprende (o no tanto) con respecto al año 2019, cuando la crisis ecosocial entró en la agenda mediática y política española y alcanzó su máxima cobertura en diciembre, con motivo de la COP 25 celebrada en Madrid.

La doctrina del shock

La crisis de 2008 desbancó, entre otros, el tema climático y la crisis ecosocial, pero la experiencia algo enseña y resulta pertinente recordar la teoría de “la doctrina del shock” de Naomi Klein. En el libro La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre (Planeta, 2012) Naomi Klein habla de un sistema capitalista que ansía sacar rédito de las crisis y tener una sociedad preocupada por sus emergencias diarias que esté silenciada. Publicado originalmente en 2007, casi como una premonición, nos recuerda que hemos de estar alerta pero que primero hay que poder estarlo.

Uno de los mayores retos en la actualidad es ese, que pese a las dificultades personales y colectivas el shock no nos paralice porque, entre otros frentes, haber hay una crisis ecosocial con cura, pero sin vacuna.


[1] FUHEM es una fundación independiente sin ánimo de lucro que promueve la justicia social, la profundización de la democracia y la sostenibilidad ambiental, a través de la actividad educativa y del trabajo en temas ecosociales.

[2] ZOONOSIS es una enfermedad o infección que se da en los animales y que es transmisible a las personas en condiciones naturales.