LA CAZA DE BRUJAS, UN CAPÍTULO MEDIEVAL QUE PERSISTE EN PAPÚA NUEVA GUINEA

En los últimos años, Papúa Nueva Guinea ha registrado el asesinato de alrededor de 20 mujeres, acusadas de sanguma (brujería). Son frecuentes, especialmente en las regiones de las Tierras Altas del País, los juicios populares y el ajusticiamiento de las principales víctimas de estas acusaciones: las mujeres. Ahora bien, ¿qué hay detrás de toda esta caza de brujas?

Ley de brujería

En el año 1971 el Estado de Papúa Nueva Guinea promulgó una Ley de Brujería que ha estado vigente hasta su derogación en el año 2013. Su aprobación se hizo en el marco de una sociedad que aún, a fecha de hoy, continúa justificando cosas inexplicables como las muertes súbitas, los desastres naturales, los accidentes de tráfico e incluso la violencia de género, con los actos de brujería. El objetivo de esta ley era “prevenir y condenar la mala praxis de brujería y otras prácticas de mala fe relacionadas con la magia negra”, según lo expuesto en el preámbulo de la misma. Además, la ley establecía que una persona estaría actuando bajo los efectos de la magia negra cuando su conducta fuera inmoral y/o ilegal.

Quema de brujas
Quema de brujas (EFE)

La, no menos especulativa, acusación de sanguma afecta, mayoritariamente, a las mujeres y a las hijas de estas mujeres acusadas de brujería. Llegan incluso a darse casos como el de la inculpación de una niña de 6 años a la que los voluntarios de las ONG que operan en el país pudieron rescatar a tiempo. Esta inculpación deriva en la reunión del pueblo entero alrededor de una hoguera para juzgar, públicamente, a la acusada. La víctima es amordazada, desnudada, violada y quemada con machetes, hierros y palas ardientes hasta que se logra su confesión. Después, se procede a la decapitación o a la quema en la hoguera hasta la muerte.   

Mujer quemada
Mujer quemada (AP)

En la actualidad

Y es que, a fecha de hoy, la generalización del uso de redes sociales como Facebook, principalmente, está contribuyendo a la multiplicación de estas acusaciones. Tal fue el caso de las especulaciones que se “viralizaron” en esta red social sobre un hombre que, presuntamente, empleando la magia negra, había causado la muerte súbita, en enero de 2018, de Kato Ottio, un jugador de rugby de 23 años de edad que se preparaba para entrar en la liga inglesa.

Ahora bien, la realidad es que modificar el pensamiento de toda una población, de forma inmediata, es cuando menos un imposible. Más aún si esta, en un 37% es analfabeta, ya que, en tal caso, desvincular a las gentes del pensamiento tradicional, religioso y popular, resulta mucho más difícil.

Educación, pensamiento crítico y apertura al cambio, esa es la base del progreso.