Javier Navarro de Almeida
Con un estilo musical nunca antes escuchado en el País Vasco y con unas letras con un contenido desgarrador, Xabier Gutiez, más conocido como Xsakara, se ha labrado un espacio en la escena musical vasca. El bermeano de 23 años ha conseguido que su mensaje llegue a las personas de una generación mucho más afectada por los trastornos del sueño. El insomnio ha condicionado su vida, tal y como cuenta en su disco Ilargiaren Semea 1619.
Publicó el disco Ilargiaren Semea 1619, ¿por qué decidió sacarlo en formato físico? ¿Cómo fue la acogida del proyecto?
Fue extraño, en el disco cuento los tres peores años que he vivido. No se me hizo duro el hecho de escribir las diez canciones, sino el de publicarlo. Me daba vértigo que la gente pudiera conocer tanto mi sobre vida. Decidí sacarlo en formato físico porque era un sueño que tenía desde niño. De pequeño yo también tenía los CD de mis raperos favoritos y era algo que quería hacer, aunque solo vendiera diez unidades. Estoy muy contento con la acogida del trabajo, hicimos una presentación en Guernica y agotamos las entradas, estoy muy feliz.
El título del LP hace referencia a que ‘’vive de noche’’. ¿Cómo ha condicionado su vida el insomnio?
Tanto yo como la gente de mi alrededor hemos aprendido a vivir con ello. Mis amigos saben que si quedamos a las nueve es muy probable que yo no aparezca, porque a las 7:30 sigo despierto. Me diagnosticaron insomnio cuando tenía 15 años. Me recetaron fármacos, pastillas… hoy en día las sigo teniendo, pero no me gusta usarlas, creo que me debilitan e inhiben mi personalidad, me quitan energía.
En el proceso musical es necesario que tenga insomnio, este disco lo he escrito entero de noche. Puedo estar desde las doce de la madrugada hasta las tres de la tarde del día siguiente sin parar de hacer música. Sin el insomnio este disco no habría existido.
¿Siempre ha querido ser músico?
Sí, desde pequeño. Cuando mis padres limpiaban la casa ponían canciones de David Bisbal, en el salón yo intentaba imitar sus conocidas patadas y movimientos, llegaba a dar volteretas. Además, con diez años, me ponía a cantar delante de la cámara del ordenador canciones populares de la época. Recuerdo que cantaba Baby de Justin Bieber para después escucharme y corregirme. Me frustraba mucho intentando mejorar, siempre pensaba que podía entonar mejor.
La importancia de la familia.
Para mí la familia es lo primero, sin ella no podría estar haciendo música. Mi abuela, mi madre y mi hermana son los pilares de mi vida, vivo por ellas, tenemos un vínculo muy afectivo entre nosotros cuatro. Sin ellas no sabría qué estaría haciendo ahora mismo. Cuando escribo tiendo a hablar sobre sucesos familiares, Xsakara se alimenta de los pensamientos de Xabier, el lazo hacia mi familia siempre va a estar presente en mi música.
Bermeo y Xabier. Xabier y Bermeo.
Soy una persona muy de pueblo. Alguna vez que he ido a un restaurante chino en Bilbao se han reído de mí por no saber lo que era el pan chino. Aquí no hay lujos, hemos crecido tirándonos piedras a la cabeza, literalmente. Bermeo para mí es como todo y nada al mismo tiempo. Por una parte, creo que es un ambiente muy tóxico, al ser un pueblo tan pequeño los rumores corren rápido, incluso cuando son falsos. Por otra parte, si necesitamos unirnos, nos apoyaremos mutuamente, siempre será Bermeo contra el mundo.
Bermeo me ha inspirado mucho por lo que he vivido aquí, el salir con 16 años a lugares que alguien de esa edad no debería frecuentar o el hecho de ver cosas que no tienes que ver siendo tan joven te hacen madurar más temprano. Siempre voy a tener una parte de mí en este pueblo.
Se está labrando un hueco en la escena musical con un tipo de música que no ha sido escuchado nunca antes en el País Vasco.
Me da vértigo esa frase, soy consciente de lo que estoy consiguiendo, hace unos años era impensable que una música como la que hago tuviera el hueco que estoy creando. Es un debate interno que tengo conmigo mismo, me da miedo porque yo no hago música para gustar a nadie, tengo miedo de que el personaje se coma a la persona. Cuando eso pasa, tu música empieza a condicionar tu vida y tu entorno.
Me molesta que haya gente que me critique cuando no saben de dónde vengo, no saben que mi primer concierto fue en un tren con un altavoz bluetooth y que casi me denuncian. Sé que cuanto más conocido me haga más comentarios tendré que soportar, pero yo no hago música para gustar a nadie, yo no hago música a gusto del consumidor.
Su concierto más importante fue junto a Don Patricio en la Sala BBK.
Recuerdo que cuando salí de dar el concierto había muchos seguidores de Don Patricio en la salida esperando para hacerse una foto. En ese momento se me acercaron una madre, un niño y una niña. Yo pensaba que me iban a preguntar por Don Patricio, pero querían sacarse una foto conmigo. Al darme cuenta de ello, pedí a mis compañeros que sujetasen las maletas en las que transportaba el equipo de música y me saqué varias fotografías con ellos, parecía que el que había pedido la foto era yo, estaba muy ilusionado.
El tatuaje en el cuello.
El tatuaje tiene una conexión con la música y con mi familia, concretamente con mi abuela. En el cuello tengo tatuada una golondrina, justo en el lado del cuello donde se me hincha una vena cuando canto. Decidí hacerme ahí el tatuaje ya que para mí significa libertad. Siento que cuando canto puedo decir lo que quiera pese a las consecuencias que pueda tener, es el momento donde más libre me siento. Cantar me hace libre.