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Y lo que era sabido por todos, sucedió. La organización del Mobile World Congress no tuvo otro remedio que cancelar feria de móviles más importante del mundo. La razón principal para anular la celebración, aunque después entraremos en detalles, fue el temor al coronavirus y la supuesta falta de seguridad. Los organizadores, tras recibir la notificación de que empresas como Amazon, Sony o LG suprimieron su compromiso creyeron que lo más viable era liquidar el evento.
Ahora, aunque también antes de la cancelación, las teorías “conspiratorias” en base al MWC no dejaron de sucederse en los medios y redes sociales. Y a pesar de que dichos conjuntos no tienen una base fundamental, la mayoría son tan creíbles como la teoría de la cancelación por el coronavirus.
Presentaciones personalizadas
¿Y por qué las grandes empresas han decidido no acudir a la cita? Muy sencillo: en la feria compiten entre ellos para ver quién presenta el mejor producto. Por este motivo las grandes firmas han visto la excusa perfecta para sacar los pies del tiesto y no tener que concursar con los demás. Así, y teniendo en cuenta la alta competitividad, las empresas optan por presentar sus productos en sus eventos de marca, aumentando así el “bombo” por sus obras. Empresas como Sony (que fue de las primeras que rehusaron acudir) ha organizado presentaciones sobre sus productos, que casualidad.
Como gran ejemplo de esta tendencia colocamos a la empresa estadounidense Apple. De todos modos, la firma de la manzana organiza desde sus inicios sus propias presentaciones, creando así unas expectativas enormes sobre sus nuevos productos. Esta práctica, a pesar de ser una excelente estrategia comercial, se agrieta cuando lo presentado no difiere en exceso del producto anterior. Así, muchos consumidores denuncian que estas presentaciones son mera estrategia para inflar los justificando ser “nuevos productos”.
Consecuencias humanas
Vayamos a lo que nos influye directamente: ¿y qué pasa ahora con todo lo organizado? La ciudad de Barcelona dejará de ingresar unos 500 millones de euros, 14.000 puestos de trabajo serán destruidos y el sector terciario se verá gravemente afectado. Aun así, el ayuntamiento de Barcelona ha asegurado que realizará eventos alternativos con el fin de aprovechar las instalaciones alquiladas.
Por último, una vez cancelado el Mobile World Congress, ha comenzado el conflicto entre operadoras, organización y aseguradores para concretar a quién le toca asumir las pérdidas e indemnizaciones (según eldiario.es podría ascender a varias decenas de millones de euros). Proceso que a priori llevará largo tiempo, muchos dolores de cabeza y paciencia por parte de los consumidores a indemnizar.
En conclusión, la cancelación del MWC está bajo sospecha por las condiciones en las que se ha producido. Las declaraciones de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, negando que el motivo de anular la cita se debiese al coronavirus desató la espiral de teorías conspiratorias. Y este es otro ejemplo más de cómo no podemos combatir contra las grandes firmas capitalistas. El sistema siempre gana, amiges.