Con el presente artículo pretendemos abrir un debate sobre el rap sin caer en el abismo de la intelectualización, en un academicismo lleno de dejes lingüísticos y lecturas forzadas que ha sido poco menos que decepcionante para entender este fenómeno. Pero también queremos dejar por escrito, nombrar, constatar que existe todo un género que nos ha marcado personal y colectivamente. ¿Cómo se ha mediatizado el rap? ¿Cómo ha representado a los chavales y las chavalas sin futuro? ¿Cómo llega el rap a España? ¿Qué impacto tuvo la crisis de 2008? ¿Cómo se interpreta la ocupación del espacio público, la calle? ¿Rap político o impolítico? ¿Resentimiento de clase?