“Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional”. Estas fueron las palabras bajo las cuales, Juan Carlos I prometió su cargo como monarca el 22 de noviembre de 1975. Más de 40 años después, tras una vida de corrupción, libertinaje y expolio de las arcas públicas, toman sentido. Al Rey la democracia siempre le dio igual.
