En Galiza, BNG se convertía en la segunda fuerza política. En Euskadi, EH Bildu lograba su mejor resultado hasta la fecha. Sin embargo, la mayoría absoluta de Feijóo y la entrada del fascismo en las instituciones vascas, además de la vergonzosa derrota de Unidas Podemos en ambas comunidades, nos dejaba a quienes nos preocupamos por los derechos humanos básicos con un sabor agridulce.
