El helicóptero que transportaba al presidente ruandés Juvénal Habyarimana y a su homólogo de Burundi, Cyprien Ntaryamira, caía, ironías de la vida, en el jardín del propio Juvénal, provocándoles la muerte. Este hecho fue el detonante, el casus belli, de un genocidio de 100 días en el que hutus y tutsis fueron a machete, tanto en sentido literal, como figurado,