Los líderes independentistas catalanes, que llevan en prisión preventiva casi dos años ya conocen su injusta sentencia. El Tribunal Supremo ha dado a conocer las condenas, llevándose la palma Oriol Junqueras con 13 años de prisión por malversación y sedición. La respuesta en las calles ha sido inmediata. Multitud de manifestantes han paralizado vías ferroviarias, carreteras y accesos, han intentado tomar pacíficamente el aeropuerto del Prat y se han congregado en las calles. Es el tsunami democrático movilizándose contra la persecución ideológica de ¿presos políticos?