Son, sin duda alguna, las elecciones estadounidenses más atípicas de los últimos tiempos. Donald Trump es consciente de que está contra las cuerdas y que su mandato puede tener los días contados. Los estadounidenses, mediante el tan solicitado voto en los últimos meses (después de la muerte de George Floyd o las agitaciones en las principales ciudades del país), deberán elegir si quieren que Trump sea el líder durante los próximos cuatro años o que Joe Biden le tome el relevo en la Casa Blanca.