Injusticia, rabia y pena. Esto es lo que sienten una veintena de estudiantes del colegio Orue (Amorebieta, Bizkaia) tras los recortes en Educación del Gobierno vasco. Al no tener la financiación necesaria de la Administración, el centro se ha visto en la obligación de cancelar las clases vespertinas, dejando a más de 20 alumnos sin poder continuar con sus estudios.