Ser autónomo del metal es sinónimo de manos sucias, de aceite quemado, máquinas entradas en años, esfuerzo y dedicación. Y por si no fuera suficiente, problemas, eternos rompecabezas.
Detrás de las grandes empresas automovilísticas, las importantes industrias metalúrgicas, los números del IBEX 35 y los hombres de negro; se encuentran los pequeños negocios que activan el motor económico del país.