El Gobierno vasco usa alumnos en prácticas de la UPV/EHU como rastreadores y personal COVID

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El alumnado de Enfermería de la UPV/EHU manifiesta la gestión educativa de sus programas de prácticas

Alumnos y alumnas del grado de Enfermería de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) denuncian que sus horas de prácticas están siendo usadas de forma instrumental por el Servicio de Salud Vasco (Osakidetza). Se encuentran, actualmente, muchas de ellas, realizando tareas mecánicas derivadas de la situación pandémica. Realizan durante la jornada pruebas PCR o son usadas como rastreadores. Todo ello, claro, sin un salario, al englobarse en el programa de prácticas obligatorias del grado universitario. 

En resumen, personal sanitario gratis que, previsiblemente, en un futuro cercano, carecerá de otras cualidades que se deberían estar trabajando en este momento en sus jornadas de prácticas. “Todo el día haciendo PCR. Así no aprendemos nada. Encima salimos gratis”, denuncia una de las estudiantes de Enfermería.

“Entiendo que con la COVID-19 no podamos hacer prácticas en muchos sitios, pero los alumnos de tercer curso el año pasado no pudieron hacer prácticas y ahora se ven con muy pocas plazas y con tareas de rastreadores o de hacer PCR”, critica A.I., estudiante de Enfermería de cuarto curso. Piden a las instituciones y a la Sanidad Pública que quiten las tareas de rastreadores y PCR y que puedan “entrar a hacer prácticas para recibir una buena formación”. 

Cambios de prácticas

M.A. es alumna de Enfermería de cuarto curso y se ha visto en la obligación de realizar tareas de rastreadora en Osakidetza: “Yo elegí mis prácticas en Psiquiatría y seis días antes de empezar recibí un correo electrónico donde me informaban que me quitaban esa plaza y me asignaban una nueva, de rastreadora”. M.A. preguntó a qué se debía ese cambio de plaza que también le suponía el desplazamiento a una OSI diferente. “Para mí, con ese cambio, era imposible compaginar vida personal y profesional, pedí reiteradas veces que cambiaran mi plaza, pero la UPV/EHU me respondió que era imposible”. 

Cuando M.A. se enteró que la nueva plaza era de rastreadora fue cuando se plantó: “Les pregunté si estaría tres meses de rastreadora, porque licenciándome en mayo, la formación y la preparación, en comparación con mis compañeros, no sería la misma”. Las respuestas en todo momento fueron que “eso era lo que había” y que la universidad no podía hacer nada. “A mi nadie me ha explicado porque nos quitaron la plaza de Psiquiatría a mí y a mi compañera”. 

M.A. admite que ser rastreadora puede ser un tipo de “enfermería” pero estar tres meses en ese puesto es “estancarse” y perder tiempo para formarse. “Al final estuve dos semanas de rastreadora y mi tutor de prácticas logró un cambio tras hablar con Osakidetza, no fue gracias a la universidad”. 

Los alumnos y alumnas dicen que se han sentido utilizados. “Hemos sacado el trabajo adelante y nuestra responsabilidad como alumnos es aprender”, explica M.A.. Además de que esta gestión ha empeorado el aprendizaje y la formación. “No pueden pretender que estemos haciendo PCR y rastreando y que salgamos a trabajar como si tuviésemos la mejor formación”, sugiere A.I. 

“Es vergonzoso que todavía haya plazas de rastreadores y que las sigan sacando. Han tenido mucho tiempo para organizarse y solucionar los problemas y aún así los mantienen”,  sentencia M.A. 

Aplicación

Los alumnos y alumnas manifiestan que la aplicación para seleccionar las prácticas, Practicum, funciona de manera defectuosa. La aplicación deja seleccionar a más de un alumno en la misma plaza, y una vez seleccionadas las vacantes la oferta continúa seleccionable. Esta situación provoca saturación porque hay más estudiantes que plazas ofertadas, y los alumnos son derivados a otros centros sin tener en cuenta su movilidad, o sus destinos previos.