El PSOE pierde fuerza, rompe el bloque de izquierda y ayuda a que VOX reviente las elecciones

https://e00-expansion.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2019/11/10/15734246152160.jpg

Y los ciudadanos, por cuarta vez en cuatro años, fueron a votar. Sánchez convocó otras elecciones y la apuesta le salió mal, muy mal. El líder socialista perdió escaños (de 123 a 120), su oponente principal el PP le recortó 22 sillas (de 66 a 88) y reforzó a su supuesto enemigo Pablo Iglesias. Además, reventó el centro político, disparó el populismo de la formaciones derechistas y reforzó al nacionalismo en Cataluña. Ahora, para desbloquear la situación, tiene otro gran problema. Ha roto las relaciones con Iglesias y Podemos (35), ha dimitido tras la hecatombe su posible socio el líder de Ciudadanos Albert Rivera (10) y su única opción es pactar con el PP.

La jugada maestra de convocar nuevas elecciones y tras el fracaso solo existen dos posibilidades viables. La primera, formar un gobierno Frankenstein. La segunda, la más ansiada por los ciudadanos españoles y VOX, unas nuevas elecciones. Sánchez ha ganado las elecciones, pero el PSOE ha perdido fuerza y el bloque de izquierdas también. Bien hecho, maestro.

Además, la extrema-derecha ha sido la gran beneficiada de estas elecciones. VOX entrará con mucha fuerza en el Parlamento con 52 escaños. El grupo liderado por Santiago Abascal entorpecerá cualquier tentativa de Pablo Casado y del Partido Popular de moderar su posición. Así, el auge de VOX es claro ejemplo de la tendencia política de Europa y del mundo, y en España viene provocada por la mala, malísima, gestión del PSOE y sus egos.

La gente está cansada de ir a votar. Siempre los mismos, los mismos colores y las mismas mentiras. Si hace seis meses no pudieron ponerse de acuerdo, ahora la situación se ha complicado. La diversidad es mayor en el Parlamento, acción que complica el desbloqueo. El PSOE ha perdido fuerza, pero no me explico que todavía no haya perdido la «ESE» y la «O» de sus siglas. La izquierda se descompone y la ultraderecha gana terreno por segundos. El Estado se rompe, se hunde, se muere. Huid ahora que estamos a tiempo.

-¿Se me permite pedir un último des…? [Sonó el disparo antes de finalizar la pregunta].