"¿Sabes qué es tierno? XD la punta de mi miembro LOL": 'Candidato', un sesudo y actual análisis político


[Esto es una reseña para nada a la altura del despiece del hombre de ideas que protagoniza la nueva obra de Antonio J. Rodríguez, @ibrahb en Twitter].

«El debate más duro de la política es la coherencia contra el pragmatismo», dice Antonio J. Rodríguez, o Simón Soria, es decir el candidato de Candidato (Literatura Random House, 2019). De hecho, ese es debate más duro de cualquier aspecto vital. Por ejemplo, este texto probablemente gane pragmatismo en detrimento de la coherencia o será tan coherente como estime pragmático. 

«¿Sabes los que es tierno? XD, la punta de mi miembro, LOL». O algo así. Véis, esto puede morir por culpa de la coherencia.

No. En serio. Simón, un preparado profesor muy el de ética para los de la LOGSE o LOE o el de ciudadanía para los de la LOMCE –así lo imagino prototípicamente en su físico– se enamora (madre mía, enamorarse como en el siglo diecinueve) de una cineasta activista en el feminismo palestino, Rania. Problemón en su ideario.

Simón puede que lo deje todo por las ideas, porque aunque es muy liberal –al estilo francés, no al estilo Rivera–, es un joven de ideas. Liberal y de ideas, fiel a sus principios. Sí, os lo prometo (a ver, no os flipéis, es ficción, pero, es que en realidad todo lo que veis es teatro: el Congreso, el hemiciclo, en realidad tiene un telón rojo de terciopelo a los laterales). 

Pero a ver, que Simón es un canalla de su propia boca para dentro, o sea, «se sentía orgulloso de haberse conocido a sí mismo». No sé por qué, pero persigue las ideas. Y le sale bien: al final, no muere. SPOILER. La peculiaridad es que deja, medio-olvida, aparta, recela, esquiva el almizclado ano y el perineo de coco y vainilla de su pareja afectivo-sexual. Por eso lo de las ideas y los principios y los valores. Que quizá tiene más mérito por lo de almizclado

«En política, lo que menos cuenta es el programa. Las campañas no son más que guerras de carismas». Imagina no tener carisma para alejarte de Rania a cambio de llevar al poder al Partido de la Democracia: una tarea imposible para muchos (Véase Teodoro García Egea como figura en las antípodas). Si tú ya eras feliz con ramen a las 15:00, algún buen licor a media tarde y el ano de Rania, ¿por qué eliges la exposición mediática, la úlcera estomacal, el sudor frío? Ah, las ideas.

No, en serio. El retrato del político medio español en el espectro de la tendencia liberal es impecable. Candidato es una oda a la impertinencia y a su vez, a la sensatez. Tener la cabeza fría es un mito en esta sociedad pública perpetuamente hirviendo.

Después de leer Candidato corrí a un bar. Yo solo. Pedí un Ruavieja, me prendí un ducados negro dentro del propio bar a pesar de que desde hace ya tropecientos años está prohibido fumar en estos establecimientos, le conté mi vida al camarero, volví a casa, me puse Las Grekas y entendí que la existencia propia es política y todos debiéramos ser sujetos de ideas. Me cagué ocho veces en esta puta nación que ha parido hombres de paso, lo opuesto y lo antónimo a Simón Soria. Menos mal que, al menos, esta puta nación ha parido mujeres que no solo son de ideas sino que además, mueren por ellas. Como Rania.

Lean Candidato, por las ideas, joder.