La Segunda República: un vuelo libre pero corto


Tras la elecciones municipales del 12 de abril de 1931 el pueblo español había hablado allí donde no alcanzaba la desinformación y el pucherazo.
Los resultados, a pesar de que la monarquía ganó por caciquismo, evidenciaban el apoyo a las candidaturas republicanas. Pero no solo eso. Aquellos, además de optar por acabar con la figura de la monarquía sentían una inspiración socialista. Habían triunfado en las urnas de 41 de 50 capitales de provincia.

Eibar, 14 de abril de 1931. Son las seis y media de la mañana, frente al ayuntamiento del pueblo se irán congregando las multitudes. La bandera tricolor sería izada horas más tarde. Eibar sería la cuna de la II República Española, una corta y libre. Le siguieron Valencia, Barcelona y Madrid. En la reunión del Gobierno después de la proclamación de la República el Ministro de Fomento Juan de la Cierva y Peñafiel se refugió en la resistencia: «Hay que constituir un gobierno de fuerza, implantar la censura y resistir». No es una frase de 2019. Lo jura Pablo Casado.

1995, la periodista Victoria Prego se sienta frente al ex presidente Adolfo Suárez y Prego le pregunta por la monarquía: “¿Le otorga también una legitimidad a esta monarquía?”. Suárez, que cree haber silenciado el micrófono con la palma de su mano, responde: «Hacíamos encuestas y las perdíamos», así que se pactó meter a la Corona en la Constitución del 78 y dar apariencia democrática al régimen que seguía sobreviviendo.

Madrid, 2016. Las grabaciones salen a la luz y la periodista Prego tiene que dar explicaciones. El derecho a la democracia y a la información hubiera debido de primar sobre el respeto a las declaraciones off the record de Suárez.

14 de abril de 2019. Felipe, tenemos que hablar. Y no es una petición, es una exigencia. Se te está poniendo cara de Alfonso XIII. Estamos cansados de costear el yate en Mallorca y los viajes a Arabia Saudí. Estamos cansados de que la Iglesia de Dios goce de privilegios dignos del siglo XV y como el trifachito apaga el fuego que el pueblo enciende. Cansados de haber tenido un rey golfo y asesino de elefantes. Cansados de la monarquía y sus refrendos. Felipe VI tenemos que hablar. Y no es una petición, es una exigencia.

«Hacíamos encuestas y las perdíamos», así que se pactó meter a la Corona en la Constitución del 78 y dar apariencia democrática al régimen que seguía sobreviviendo.

Declaraciones de Adolfo Suárez a la periodista Victoria Prego

Pero ni es oro todo lo que reluce, ni la II República fue toda una e intachable. Aunque con ella llegaron tanto el aumento de sueldo de los maestros como la implantación de Estado laico, -recordemos que actualmente se dedican 700 millones a sufragar el salario de profesores de religión-, también con ella se produjo un momento de pasividad ante la represión de la Revolución de Octubre del 34 (en zonas mineras de Asturias -principalmente y con mayor dureza-, Catalunya, Castilla La Vieja y Región de León) y se abrieron los primeros campos de concentración que usaría el bando sublevado tras la Guerra Civil.

Si algo nos muestra, si de algo sirve de lección, si algo debiéramos aprender de la proclamación del 14 de abril es, sin duda alguna, que no podemos dudar de la fuerza de la movilización de las masas.

Una viñeta de @sk_sin_grises